La estupenda ruta circular Nico Molina, en sus comienzos puede ser sustituida por otras alternativas no menos interesantes. Partiendo desde el mismo punto, la plaza de Dúrcal, donde se puede visitar la Iglesia, contemplar la estatua de Rocío Dúrcal, o ver el pilar donado en 1866, en tiempos del reinado de Isabel II, por el marqués de Márgena, como presidente de la diputación de Granada. Nos dirigimos por la antigua carretera 323 hacia el barrio de la estación en donde visitaremos un parque con varios nombres, la paz, estación, y que acoge la antigua estación de la línea de tranvía Dúrcal, Granada.

La empresa granadina TEGSA a principios del S.XX comienza a unir los pueblos del cinturón de Granada a través de tranvías eléctricos, debido a las buenas condiciones económicas que empiezan a vislumbrarse en la provincia (cultivos de caña de azúcar, remolacha, tabacos, etc) y con la necesidad de crear un medio de transporte adecuado a los tiempos que corrían.

Dúrcal fue el centro como punto clave de unión entre Granada y Motril, ya que al poco tiempo de inaugurar la línea de tranvía que unía Granada y este pueblo se decidió dar un paso más, tal vez no el mejor, y construir un cable aéreo, o ferrocarril aéreo que unía Motril, pasando por Orgiva y Dúrcal. Este cable de más de 38 km, tuvo su época de esplendor, pero por diversas circunstancias dejo de usarse en 1948.

Desde este punto de nuestra ruta tenemos dos grandes alternativas para bajar al río Dúrcal, una por detrás del parque de la estación, buscando la calle Calvario en donde pasaremos por el puente del cable, y continuaremos por el camino de las fuentes, denominado así por el gran número de nacimientos que existen y que por parte del hombre ha aprovechado en distintas formas. Este recorrido por el que transitamos formaba parte del antiguo camino real que iba a la alpujarra y que subía por aquí desde el río.

Nos encontraremos unas fuentes o lavaderos en donde las mujeres, principalmente, iban a lavar sus ropas o las más pudientes pagaban para que alguien se encargara de esta faena. Además pararemos frente a dos molinos uno habitado y otro en ruinas y ya en el final del camino pasaremos por el molino del puente viejo y por el puente romano por el que antiguamente se cruzaba el río de Dúrcal.

También desde la estación podemos coger otra alternativa y proseguir desde la entrada principal del parque de la estación, por la calle o carretera con dirección a la depresión del río Dúrcal.

A muy pocos metros, frente a la casa de la juventud hay unos restos de una villa romana, que según estudios arqueológicos tuvo una gran importancia, ya que la extensión de los restos es muy amplia, y lo encontrado denota cierta utilización a nivel productivo de ánforas para vinos o aceite.

Seguimos nuestra ruta en donde podemos contemplar el molino de aceite de principios del S.XX de estilo neomudejar y al poco cogeremos el carril que nos llevará al puente de lata.

Este puente se instaló desde el pueblo de Gor hasta aquí participando en su desmontaje y montaje una empresa alemana y sirvió para salvar la depresión del río Dúrcal que en este punto es de aproximadamente de 200m. Diseñado por un discípulo de Eiffel, fue construido en Bélgica e instalado en Gor, pero su enorme longitud de más de 400 m y su inestable cimentación no duró demasiado en este pueblo del altiplano granadino y fue comprado por TEGSA para su armada en Dúrcal y que de esta manera pudiera el tranvía cruzar el valle del río. Desde este puente, las vistas panorámicas son excelentes destacando unas magnificas perspectivas de la sierra y sobre el valle del río al que posteriormente accedemos.

Debemos coger ahora la antigua N.323, frente al restaurante el Zahor y bien coger un camino paralelo al río Dúrcal, denominado camino de la solana, en la misma dirección de las aguas de este. Por este camino alternativo casi al final buscaremos una vereda que desciende a la granja escuela, antiguo molino harinero. Justo abajo nos encontramos un pequeño nacimiento de agua, denominado fuente del nogal y siguiendo por este camino, a su fin nos encontraremos con el puente romano.

Otra alternativa consistiría, en tras descender por la antigua Nacional 323, buscaremos la cuesta de la Valdesa, antiguo camino real a la alpujarra y lugar pintoresco por la ubicación de sus casas y por sus preciosas vistas. Una vez pasado a la izquierda un famoso restaurante llamado Chambao el Vizco, de nuevo y con distintas entradas nos encontramos frente al puente romano y siguiendo a menos de 100 metros a la derecha de este al contrario de la corriente del río, debidamente señalizado iniciaremos desde ahí la ruta de Nico Molina.

Señalizado a la derecha nos adentramos en una singular vereda, rodeada de exuberante vegetación, enormes arboles que rozan el cielo, nacimientos de agua, siendo esta parte de especial belleza paisajística.

Pasamos por el puente denominado como puente de lata que fue traído desde Gor, a mediados de los años veinte para el paso del tranvía que unía Dúrcal y Granada. La peculiar construcción de este puente, diseñado por un discípulo de Eiffel, su altura vista desde abajo, y la longitud de éste (unos 200 metros) hace que sus vistas sean espectaculares. Muy cerca también se aprecia el puente de la carretera nueva. Al poco tenemos otro antiguo molino de harina actualmente rehabilitado como alojamiento y restaurante, a pocos metros de este pasamos por un espectacular puente de 7 arcos, en ladrillo visto y con refuerzos de cantería, construido por presidiarios y albañiles a finales del S.XIX con motivo de la construcción de la primera carretera que unía, para el paso de carretas, Granada con su costa, en tiempos de la reina Isabel ll.

    

 

Continuamos entre preciosos bosques hasta de nuevo cruzar el río y desde ahí por un camino más ancho y tras volver a cruzar el río por dos veces, subimos por una rambla hasta unas escaleras de troncos (en esta zona comienza el camino de la Ruta de los Bolos). Cogemos otra pista junto a la acequia de Márgena o Mahina, de origen musulmán y que también nos acompañaba en el origen de la ruta al cruzar el pueblo. Tras llegar hasta un camino asfaltado debemos buscar otro camino también asfaltado que gira a la derecha y que cruza el pago de Mahina, regado por la acequia del mismo nombre. Al final de este camino y tras una serie de curvas nos encontramos con los restos de una torre de origen musulmán denominada como el Fuerte de Márgena, esta torre defensiva formaba parte de una alquería o barrio.

Una vez que cruzamos la carretera por un túnel y vemos el pueblo de Dúrcal ya buscamos el centro o la plaza del pueblo donde acabará nuestra ruta.