Es una de las tres fábricas de aceite de principios del siglo pasado que aún se mantiene en pie, en un estado de conservación bastante aceptable. Era denominada Fábrica aceitera y orujera y pertenecía a los señores Pepe Martín e Ignacio Ferrer. Le queda la torre chimenea como emblema de lo que fue. Los últimos años de funcionamiento de estas fábricas aceiteras fue alrededor de 1970. Otra fábrica (la de los Antelos) se encontraba al lado de las escuelas de Balina, en el mismo lugar que hoy ocupa el Hotel Mariami. Y la última era la Fábrica de Celestino Echevarría que se encontraba en las dependencias de palacio que tenían junto a lo que es hoy la calle Rocío Dúrcal. Fue construida por Don Celestino y más tarde lo arrendaría Nicolás Castillo.

Fue construida sobre 1907 y es de estilo mudéjar