Dúrcal ha sido siempre un pueblo de agricultores, de gente sencilla y trabajadora. El patrón de los trabajadores del campo, San Isidro es y ha sido muy venerado en este pueblo. Su figura se guarda en la ermita de San Blas y el fin de semana más cercano al 15 de mayo, la tarde del Sábado se recoge y se baja a la iglesia para recibir una misa. Esa misma noche en la plaza del pueblo hay una gran verbena popular amenizaba con música, y hasta altas horas de la madrugada la gente se divierte.

Al otro día, más concretamente en domingo, en Santo es puesto en un carro y tras él los romeros vestidos con trajes típicos comienzan la denominada romería. La tradición casi siempre ha hecho que esta romería llegase a Marchena y allí las gentes pasan un buen día de campo con amigos y familiares.

Tras todo una jornada de alegría, los romeros devuelven de nuevo al Santo a la ermita de San Blas.

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