Desde el año 1749 se realiza bajo el reinado de Fernando VII un catastro de bienes por las 15.000 poblaciones de la corona de Castilla. Se pretendía determinar los bienes personales con un fin recaudatorio y fue dirigido por el “ ilustrado” Marqués de la Ensenada. Se hacían preguntas en cada pueblo a una serie de vecinos elegidos para ello en donde se pretendía determinar las posesiones más importantes en cada pueblo. También se hacía un dibujo de cada población (algunos con más acierto que otros). El Marqués de la Ensenada pasó a la historia también por prolongar una ley que pretendía la que expulsión de los gitanos, ley que evidentemente luego no se cumplió.
El mapa que se realizó en Dúrcal es simple pero nos da pistas de lo que era nuestro pueblo a mediados del siglo XVIII y es el primer plano un mapa conocido sobre Dúrcal que ha llegado hasta nosotros.
En este tiempo no existía aún la carretera, la antigua nacional 323, que se hizo un siglo más tarde. El único eje de comunicación con otros pueblos cercanos era el camino real hacia la Alpujarra, que se puede ver clarísimamente en el mapa, dividiendo el pueblo.
Antes de llegar al valle del río se ve un árbol de grandes dimensiones. Actualmente esa zona es la venta del álamo, es probable que en tiempos antiguos existiese allí una venta con un álamo que sale claramente en este mapa. También se ve dibujado el puente, por los durqueños denominado como puente romano, que hacía su sus funciones facilitando el paso por el río. Ya se distinguen dos molinos, el primero unos metros antes de llegar al puente, que probablemente fuera el molino primigénio del actual molino del puente, y el otro ya en el camino de las fuentes, que pudiera ser el molino del antiguo centro gastronómico. El camino real subía por las fuentes, por la calle Calvario con dirección a la plaza, en el mapa se ve claramente la iglesia, y de ahí hasta la plaza de la cruz por el Darrón, bifurcándose ahí el camino a Nigüelas y a Murchas, pasando el camino que iba hacia Murchas por la puerta de la ermita, de ahí que la fachada principal de la ermita dé a este antiguo camino, ya que la carretera que todos conocemos no estaba construida cuando se hizo la ermita.
Nuestros restos musulmanes también aparecen en el dibujo. Se puede observar que el denominado Castillejo (peñón del moro) en esta época conservaba dos torres como se ve claramente en el dibujo. El fuerte de Márgena a su vez, que actualmente sólo se conserva una esquina, en el dibujo se conserva aún la forma originaria de torre de alquería, destacando su planta rectangular, también conservaba una pequeña puerta o ventana que miraba hacia el valle del río Dúrcal.
Se ve las labores de la sierra, el Espinar, la Dehesa o las zonas de regadío,el olivar de la vega de Dúrcal, aunque no vienen dibujadas las acequias, sin duda, eran bastante más antiguas que estos mapas.