En el año 2003, por encima del camino de las fuentes, (antiguo camino real que unía Granada con la Alpujarra, también se cuenta que el puente de piedra que servía para cruzar el río Dúrcal, tiene origen en época romana) se encuentran los restos de lo que fue una Villa Rústica Romana dedicada a la explotación agrícola. En 2004 es declarado bien de interés cultural por la junta, gracias a los informes realizados en dos investigaciones documentadas con las correspondientes excavaciones arqueológicas, que hasta un posterior estudio más amplio, han sido de nuevo ocultadas para su mejor conservación.
Dentro de las villas romanas (que costaban de tres partes) la aquí hasta ahora encontrada y estudiada es la denominada pars fructuaria y por su tamaño se puede afirmar que sobrepasa la producción local, por lo que es posible que formara parte de una explotación con un carácter más industrial donde se vendería el excedente.
Los importantes restos, se cree que pudieron formar parte de una almazara ya que se han encontrado partes de una prensa en piedra denominada pie de arbor (actualmente esta pieza se puede ver en la biblioteca municipal de Dúrcal). También se han encontrado diversas albercas recubiertas de opus signinum (una mezcla formada por un portero de cal, arena, y fragmentos pequeños de rocas silícea mezclados con cemento y pequeños trozos de cerámica, que lo hacía impermeable y se usaba para pavimentos y revestimientos de depósitos) con lo que los expertos afirmaron que podría formar parte de un molino de aceite.
Los materiales cerámicos encontrados datan de entre siglo I D.C, hasta el siglo IV, aunque no se descarta que posteriormente se hubiera seguido utilizando. Se puede observar actualmente mulos de diferente envergadura, dos estructuras en sección de V, una de las cuales formaría parte de una gran ánfora y la otra presentaba cenizas en el fondo, probablemente para industria alfarera.