La casa de las damas

 

Jerónimo  Terrón, llamado el Cítora, un Durqueño emigrante que vino de América, que haciendo dinero con el extraperlo de la posguerra civil pudo comprar terrenos alrededor de la fábrica de orujo. Hizo una casa, con un buen gusto ya que era un gran albañil. La casa tenía ciertos lujos a diferencia de las casas que se construían en el resto del pueblo.Tambien rehabilitó la cruz del Darrón en 1934.

Por diversas circunstancias la casa pasó a propiedad del denominado como movimiento (también llamado movimiento popular, creado en el régimen fascista con el justificante de enaltecer sus idearios). Este edificio se convertiría en la casa de las damas, donde jóvenes adscritas a esta institución venían en verano a pasar unos campamentos o vacaciones a Dúrcal, donde bajaban al río Dúrcal para bañarse en la denominada poza de las damas. Con el paso de los años llegó a manos del ayuntamiento y con el tiempo se convirtió en la casa de la juventud.