El palacio pasó a manos de la Familia Echevarría a principios de S.XX. En 1917 el Rey Alfonso XIII que era aficionado a la caza y se hospedaba en el palacio de Lachar para tal fin, le ofrecieron un viaje a la Alpujarra, concretamente a la Haza del Lino. En su desplazamiento pasó por Santa Fé, atravasó el centro de la capital, se desplazó con su comitiva de tres vehículos por Armilla y Padul, llegando a las 12 a Dúrcal. Se dirigió al Palacio de los Echevarría, siendo propietario en ese momento al exdiputado y conocido comerciante Don Francisco Echevarría Moreno. Éste junto a su hijo Don Celestino salieron a saludar al Rey. Desde aquí atravesó el Valle dirección a la Alpujarra. En la década de los 80 tenemos la desgracia, la generación de entonces, de ser los que terminaron con esta obra de arte.