La
fotografía principal y la central corresponden a su última
visita a Dúrcal, en agosto de 2002.
Rocío Dúrcal visitó numerosas veces el pueblo que le prestó
su apellido artístico. La última vez, para pronunciar el
pregón de las fiestas de agosto de 2002.
En este
pregón volvió a contar cómo escogió el nombre al azar sobre
un mapa.
A
continuación reproducimos el pregón que procedió a leer
Rocío en las fiestas de San Ramón:
"SR.
Alcalde, Autoridades, Hermanos de Dúrcal:
Doy
gracias a Dios por haberme concedido el privilegio de poder
volver a este único y maravilloso lugar, a este mágico
Dúrcal y vivir este día lleno de maravillosas emociones y
revivir aquel 15 de agosto de 1968 que me hicisteis de los
vuestros. Yo, soy de Madrid y Castiza. El inolvidable poeta
andaluz, Rafael de León, me llamaba "La Madrileñota", pero
tambien me siento durqueña por los cuatro "costaos" y a
mucha honra.
Todo
empezo en 1961 buscándome un nombre artístico eufónico. Lo
de Rocío valía, pero el apellido me lo cambiaban cada día;
que si Fiestas, otro día Benameji, y así estábamos hasta que
tuve la intuición de extender un mapa sobre una mesa, cerré
los ojos, y recorrí con mi dedo índice Andalucía, sentí un
algo especial y decidí abrirlos entre Granada y la costa y
... leí ¡DURCAL!
Se
inició mi lanzamiento y los estrenos de mis primeras
películas. En uno de ellos, en Granada, pedí conocer el
pueblo por el que se me conocía en España y fuera de ella.
Lo contemplé desde el otro lado de los puentes y apareció
con sus casas blancas, serenas y bellas entre los huertos
llenos de anárquicos frutales o entre filas de olivos... y
al subir la cuesta más casas bellísimas y humildes, llenos
sus balcones de geranios y claveles. Recorrí algunas calles
del pueblo impregnándome de aromas de jazmines y
madreselvas... escuche extasiada el gemido oculto del agua
que corría bajo las calles y la vi saltando a borbotones por
los caños y pilas de la fuente de la plaza... y de pronto
unas voces infantiles gritaron "Es Rocío Dúrcal, es Rocío
Dúrcal"... La noticia se extendió como la pólvora y yo salí
de mi ensueño. Pasé unas horas únicas y volví a los
estudios, como siempre a mi trabajo. Porque me he pasado la
vida currando. A Dios gracias, y hoy día lo sigo haciendo.
Pasaron
unos años, muy pocos, ya llevaba a Dúrcal en mi corazón..
más películas, primer viaje a América: a México, mi segunda
patria. En México me siento muy querida, tanto o más que en
España, pero hoy ni madrileña, ni mexicana, hoy soy única y
exclusivamente, de la cabeza a los pies, ¡durqueña!.
Un día
me llegó una carta y con la carta la emocionante noticia, mi
gente de Dúrcal y su alcalde a la cabeza, Don José Enrique
Puertas, me pedían volver para inaugurar una calle con mi
nombre y hacerme hija adoptiva. El entusiasmo me desbordó.
El empresario de Granada, Don Rafael Casado, me ayudó
muchísimo en los preparativos con Paquito Povedano y Manuel
López.
Y llegó
el día. Me esperabais a la entrada del pueblo con la banda
de música dirigida por Pepe González. El autor teatral y
escritor D.Enrique Lovet, viajó ese día desde Bilbao para
ofrecer el acto. Dejó los ensayos del Tartufo, con Adolfo
Marsillach nunca se lo agradeceré lo suficiente. También un
autobus lleno de periodistas destacados, que días despues
contaron las bellezas de este pueblo, y el cuadro flamenco
del Tablao las Brujas, de Madrid. Llegamos a la plaza. Era
la hora de la misa de doce. Entré en la iglesia.Me embargó
la emoción y noté físicamente el calor y el cariño que cada
uno me dispensasteis.
Luego
descubrimos la placa de la primera calle que llevaría mi
nombre. Con la inscripción en la piedra, quedó grabado de
una forma invisible, pero cierta, en mi corazón, para
siempre. Pasó en aquel momento por allí "El Tieso" con un
burro y me subió. Atravesé la plaza feliz, como una niña con
un juguete nuevo.
Después
almuerzo en "El Zahor", e inauguramos el primer restaurante
que se abría en la carretera a la costa. Creo recordar el
menú: Habas con Jamón, tortilla del Sacromonte, melón y
chumbos. ¿Hay algo más gitano y granadino?. Por la noche en
los jardines bellísimos de Echevarría y sobre un escenario
levantado en el estanque, rodeada de naranjos y limoneros,
bajo un cielo cuajado de estrellas, ofrecí un recital, que
recuerdo como uno, el más emotivo quizás, de mi ya larga
vida artística.
Más
películas, teatro, América, América, ... ya no solo Mexico,
también Colombia, Puerto Rico, Venezuela, Argentina y
Estados Unidos (Las Vegas, San Francisco, Miami, Atlantic
City, Chicago, New York), o sea, de nuevo la ausencia, pero
siempre en mi corazón Dúrcal. Y volví otro año por San Ramón
y canté en el parque de la estación. Dúrcal se había
transformado casi por completo. Me contaron que las divisas
de la emigración habían hecho de Dúrcal y sus gentes un
pueblo moderno, aunque algo seguía igual, vuestro calor y mi
afecto, pero permitidme un consejo, que la ola del progreso
no os ahogue. Que mantengais vivas vuestras tradiciones y
esa alegría que os caracterizó siempre. Que el aire y el
campo sigan limpios y puros; que en navidad complemente
vuestra mesa el portajillo de castaña y los hojaldres. Que
cada tres de febrero, saqueis a San Blas por las alles,
flotando sobre una riada humana durqueñas y durqueños, rojas
las manos de amor, q bendecir vuestras familias y hogares.
Que no falten, la madrugada de Pascua, los ramos de olivo,
laurel y azahar en las rejas de las novias, ni los veinte
mil huevos que cada año os estrellais en los hornazos por
los llanos de "Marchena", el rio o la explanada.
Que
cada quince de mayo, romeros de San Isidro, escuchen los
pájaros vuestros trinos rocieros. Que la noche de San Juan
pongais con ilusión infantil, el huevo de gallina negra en
el vaso de agua, que a la mañana estará transformado en
barquito de vela.
Y el 31
de agosto, tras 365 de gestación expectante, se abran en un
parto singular las puertas de la iglesia y salga a la luz el
no nacido, el más mudito de los silenciosos santos: San
Ramón.
No
quisiera despedirme sin enviar mi afecto y mi amistad a
todas aquellas personas que como yo extienden el nombre de
Dúrcal por otras latitudes y a todos vosotros, que sentís el
orgullo de haber nacido en esta bendita tierra."
Biografía de Rocio Dúrcal
La
cantante y actriz Rocío Dúrcal, fallecida hoy, fue una de
las niñas prodigio que comenzó en el cine y, tras
desarrollar una fructífera carrera, dedicó sus últimos años
en la música a las rancheras mexicanas, con las que triunfó
en España y Latinoamérica, sobre todo en México, tierra de
este género.
María
de los Angeles de las Heras Ortiz, conocida como Rocío
Dúrcal, nació en Madrid el 4 de octubre de 1944, era la
primogénita de seis hermanos de una familia humilde y
estudió en el colegio del Sagrado Corazón de Jesús.
Tras
varios concursos radiofónicos a los que se presentó de niña
y adolescente cantando flamenco, primero haciéndose llamar
Rocío Benamejí y luego Rocío Fiestas, quedó finalista del
concurso de TVE "Primer aplauso". Enseguida atrajo la
atención de productoras de cine que la convirtieron en uno
de los rostros más populares de los años 60 y 70, con un
total de quince películas en las que, además de actuar,
cantaba y bailaba con auténtico "duende".
Su
descubridor, Luis Sanz, la contrató en exclusiva para la
productora Epoca Films con el nombre artístico que la haría
famosa. Rocío Dúrcal pasó en 1965 a tener una productora
propia y simultaneó, tanto en España como en el extranjero,
los rodajes con su faceta musical.
En 1961
debutó como actriz en "Canción de juventud"
En 1961
debutó en "Canción de juventud", del director Luis Lucía,
con quien repitió en 1962 en "Rocío de la Mancha", películas
a las que siguieron en cadena: "La chica del trébol", "Tengo
17 años", o "Más bonita que ninguna". En los años sesenta su
popularidad ya le había granjeado numerosos premios y en los
setenta siguió protagonizando películas como "La novicia
rebelde" o "Marianela" e hizo incursiones en teatro con "La
muchacha sin retorno", dirigida por Torcuato Luca de Tena; o
"Contacto peculiar", bajo la dirección de Adolfo Marsillach,
con quien ya había trabajado años atrás en la comedia
musical "Un domingo en Nueva York".
En los
80 comenzó su dedicación exclusiva a la canción
Pero
fue en los años ochenta cuando Rocío Dúrcal dio un giro
radical a su carrera dedicándose por entero a la canción,
iniciando así una trayectoria musical que se ha
caracterizado por las composiciones de Juan Carlos Calderón,
Antonio Morales "Junior" (su marido) o Juan Gabriel, entre
otros. Rocío Dúrcal ha formado dúo con voces tan
significativas como las de Julio Iglesias, Joan Manuel
Serrat, Joaquín Sabina, Juan Gabriel, Luis Miguel, Ricky
Martin, Alejandro Sanz, Roberto Carlos, Camilo Sesto o
Diango.
Su
repertorio era muy variado: pasodobles, baladas y música
romántica, twist, rock and roll, mezclas rítmicas de
vallenato, cumbias, rumbas y, sobre todo, rancheras y
mariachis. El mexicano Juan Gabriel le produjo una decena de
discos de rancheras, entre ellos "Rocío Dúrcal canta a Juan
Gabriel", "Cuando decidas volver", "Once éxitos de Juan
Gabriel" u "Otra vez juntos".
Muy
querida en Latinoamérica
Rocío
Dúrcal fue una artista especialmente reconocida en
Latinoamérica, sobre todo en México y, en el 2001, con su
álbum "Entre tangos y mariachi", volvió a los escenarios
españoles tras una ausencia de más de diez años. Fue también
en el 2001 cuando fue operada en una clínica madrileña de
una dolencia que no se divulgó a la prensa. Pero al año
siguiente sacó al mercado un nuevo disco "En
concierto...Inolvidable", con el que conmemoró sus 42 años
de artista; al que siguieron, en años sucesivos,
"Caramelito" y "Alma ranchera".
En el
2004, Rocío volvió a tener problemas de salud que la
obligaron a suspender una gira por Estados Unidos, momento
en que se sometió a un tratamiento de quimioterapia y se
conoció que padecía cáncer. En la larga lista de
distinciones y reconocimientos a su trabajo figuran el
Premio de la Asociación de Periodistas de Espectáculos de
Nueva York a la mejor cantante femenina en tres ocasiones
-1985, 1993 y 1996-; o el "Hall of Fame", de la revista "Bilboard"
en 1997.
Después
de dos décadas alejada del cine, Rocío Dúrcal protagonizó en
1997 junto a José Sancho la serie "Los negocios de mamá",
dirigida para TVE por su descubridor, Luis Sanz. En el 2004
recibió el Premio Naranja, que recogió "con orgullo" y, al
año siguiente, consiguió el "Premio Latino a toda una vida",
un galardón que por una recaída en su enfermedad no pudo
recoger en la IX Edición de los Premios de la Academia de la
Música.
En
diciembre de ese mismo año, Rocío Dúrcal volvió a las
rancheras y a la música mexicana con el álbum "Alma
ranchera", por el que fue candidata, por cuarta vez, a los
premios Grammy. En esa ocasión, declaró: "El Grammy me lo
terminarán dando por aburrimiento".
El
pasado mes de febrero, fue editado un CD y DVD que, bajo el
título "El concierto en vivo", contenía el recital que había
ofrecido en México en 1991, y en el que estuvo acompañada de
artistas mexicanos como Juan Gabriel y Enrique Guzmán. En
1969 conoció al dúo musical "Juan y Junior", con quienes
trabó una gran amistad que el 15 de enero de 1970 terminó en
boda con el segundo, Antonio Morales "Junior", con quien
tiene tres hijos: la actriz Carmen Morales, Antonio y
Sheila, también cantante