De una tienda de tejidos a un museo repleto de imágenes religiosas. Un vecino de El Padul, Manuel Gámez Villena, ha convertido la herencia familiar en un recorrido para el disfrute de todos sus vecinos y visitantes. El comercio de tejidos que le dejó su padre, y que durante muchos años se convirtió en su medio de vida, se ha transformado de manera radical.

La tienda de Manuel ya no representa un establecimiento dedicado a la venta de telas. Hace unos año, este vecino de El Padul decidió cerrarla y convertir el solar en un museo religioso. Gámez Villena se caracteriza por su afición a coleccionar cristos y vírgenes. Una afición que le ha hecho sustituir sus viejas y carcomidas estanterías por altares y hornacinas, en los que se exhiben toda clase de imágenes sagradas.

En el museo de Manuel se pueden admirar una gran cantidad de tallas. Un recorrido por el antiguo comercio ofrece desde una imitación de'El Cachorro' sevillano a representaciones de la Inmaculada. La aportación provincial la ofrecen imágenes de la virgen de los Dolores o del Niño Jesús. Entre ellas, destaca una que en el municipio se atribuye al escultor Pedro de Mena.

El museo religioso de El Padul alberga también algunos de los pasos -todos construidos a pequeña escala- que procesionan el Viernes Santo en el municipio. Y como corresponde a todo hijo del pueblo, la sala recoge además una escultura del patrón paduleño, San Sebastián.

Un gran belén

Aunque en estas fechas suene un poco extraño, el museo de este paduleño se completa con las numerosas figuras que Gámez Villena utiliza en el montaje de su particular portal de Belén. Lo instala todas las navidades en su casa, para colocarlo además en el antiguo escaparate de la tienda. Muchas de las piezas de esta colección las ha elaborado él mismo, ya que Manuel está dotado de una especial habilidad para la imaginería y de una paciencia franciscana para el modelado.

Su paciencia y entrega se ha convertido en un apoyo imprescindible para la parroquia de El Padul, algo reconocido por cada uno de los párrocos que han pasado por ella. Principalmente, en la Semana Santa. Además de costalero y uno de los artífices de la organización de la hermandad de la Flagelación, Gámez villena se ha encargado de elaborar los populares 'sayones' de El Padul.

El museo, que con tanto esfuerzo ha conseguido, es fruto de muchas horas de trabajo intenso y callado